Portal Semanario

Año 11. No. 615. del 08 al 14 octubre 2017

Premio de Comunicación Alternativa

 

A 49 Años de la Masacre...

EL 2 DE OCTUBRE SE FORTALECE EN LA MEMORIA

Por Carlos Guillén Soriano,

Secretario de Prensa del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear,

Colaborador Voluntario de Frecuencia Laboral,

Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com

Como cada año, el lunes 2 de octubre del 2017 marcharon miles de manifestantes por las calles de la Ciudad de México en recuerdo de los estudiantes caídos hace 49 años. Estudiantes de la UNAM, del IPN, de la UAM, la UACM, acompañados por los padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa y encabezados por integrantes del Comité 68, nos recordaron que no se debe olvidar lo ocurrido en la Plaza de las Tres Culturas hace casi medio siglo.

En la marcha y en el mitin realizado al final de la misma, no sólo se recordó lo ocurrido en 1968, sino que se reconoció la respuesta solidaria de la población ante el movimiento telúrico del pasado 19 de septiembre del 2017. Se señaló la participación inmediata de la ciudadanía en auxilio de los afectados, destacando que los jóvenes, como en los sismos de 1985, tuvieron un papel de primera importancia.

Como ocurre siempre en esta fecha, la marcha conjuntó a personas de todas las edades y condiciones. Marcharon profesores universitarios y politécnicos, normalistas y aun estudiantes de secundaria, trabajadores, desempleados y jubilados. Desde los veteranos del 68, algunos ya con dificultad para caminar, pero con el corazón lleno de energía y convicción, hasta jóvenes para quienes tal vez el 68 se queda en la consiga “2 de octubre no se olvida” y en lo ocurrido la noche de Tlatelolco.

En estas fechas vale la pena recordar que el movimiento estudiantil popular de 1968 fue mucho más que el dos de octubre y que, no obstante la represión, el movimiento continuó por diversas vías y con variados objetivos y formas de organización.

Aunque el pliego petitorio oficial constaba de los famosos 6 puntos: 1.-Libertad a los presos políticos, 2.-Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal Federal, 3.-Desaparición del Cuerpo de Granaderos, 4.-Destitución de los jefes policíacos, 5.-Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto y 6.-Deslinde de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos, había un programa mucho más amplio que se expresaba en los volantes, en las brigadas a cuanto lugar público se pudiera, en la solidaridad de la población a los estudiantes que sacaba a relucir sus propias demandas.

Se pedía la vigencia de las libertades democráticas, pero también estaban las exigencias de democracia sindical, de atención a los problemas urbanos y del campo. Aunque no había demandas de tipo académico, la expresión “queremos médicos como el Che” expresaban una aspiración por una transformación de la educación. Vietnam, Cuba y Francia estaban en las consignas y la inspiración.

No fue casual entonces que después de 1968, muchos estudiantes llegaran a las fábricas y talleres, a las colonias, al campo, a los estudios artísticos, enarbolando las banderas del 68 y continuaran, con distintas formas y organización, aquello que habían vivido con intensidad de julio a fines de ese año.

Los grupos obreros que se mantenían en lucha desde los cincuentas y antes, en los setentas se vieron fortalecidos con la incorporación de jóvenes que dejaron las aulas, pero llevando consigo el espíritu rebelde del 68. Ya el 10 de junio de 1971, junto a la solidaridad con los estudiantes de Nuevo León, estaba la bandera de la democracia sindical y grupos obreros marchaban al lado de los estudiantes.

La insurgencia obrera de los setentas, que puso en jaque al charrismo sindical y al sistema, fue producto de la acción conjunta de militantes comunistas y grupos obreros experimentados, con activistas provenientes del movimiento estudiantil. Muchos sindicatos surgieron en esta etapa, gracias a esta confluencia.

El movimiento campesino y el urbano popular, también fueron nutridos con la generación del 68 y aun los grupos que optaron por la lucha armada, tuvieron en sus filas a estudiantes y jóvenes profesionistas.

Por eso, cuando decimos 2 de octubre no se olvida, debiéramos también recordar lo que ocurrió a lo largo del segundo semestre de ese año y lo que ocurrió, ya fuera de las aulas, en los años siguientes. Hay mucha historia que poner por escrito, hay mucho por recordar, hay muchos errores que no se deben repetir. Pero también hay avances e historias de lucha que vale la pena recordar.

 

 
   
 
 

 

 
 
 
 
 

 

 

Año 11. No. 615. del 08 al 14 octubre 2017

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