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Los funcionarios y empleados públicos del Instituto Mexicano del Seguro Social, que atiende a los trabajadores y sus familias, resultaron ser quienes más denunciadas tuvieron ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, por violar las garantías constitucionales y humanitarias de los mexicanos.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos reportó, el jueves 27 de diciembre del 2007, que de las 5 mil 244 quejas que recibió en el 2007, las autoridades del IMSS ocuparon el primer lugar con mil 15 quejas.

El segundo lugar fue para los funcionarios y empleados públicos de la Procuraduría General de la República, con 671; le siguieron la Secretaría de la Defensa Nacional con 368; el Instituto Nacional de Migración de la Secretaría de Gobernación con 307 y la Secretaría de Educación Pública, con 310.

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) les sigue con 270 quejas; 221 del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).

Entre los primeros lugares hay tres instituciones relacionadas directamente con el bienestar de los trabajadores, lo cual muestra el deterioro del derecho a la seguridad social en los últimos meses, opinó Rita Robles, abogada del Centro de Reflexión y Acción Laboral (CEREAL).

“Es muy grave porque dentro de la atención a los derechos humanos está la atención de la salud. Y un derecho humano fundamental que es la vida, esto puede poner en riesgo a los usuarios y derechohabientes de estos institutos. También hay que tener en cuenta que el gobierno actual está implementando una política privatizadora de estos organismos”.

El IMSS y el ISSSTE son dos instituciones de salud pública que atienden a los trabajadores de empresas privadas y organismos desincorporados, en el primer caso, y a los empleados al servicio del Estado, en el segundo.

“La salud es algo muy caro y la Organización Mundial de la Salud ya ha hecho sugerencias para que se privatice el servicio. En el fondo está justamente el proceso de privatizarlos. Y la manera de hacerlo es creando una imagen mala de estos institutos en la opinión pública y los usuarios”

Dijo que hay que exigir que el acceso a la salud, que es un derecho humano fundamental, sea de calidad, pero también se tiene que existir que sean organismos públicos, porque de lo contrario serán servicios privados que se deban pagar del bolsillo de los trabajadores y de sus familias.

EL IMSS OCUPÓ EL PRIMER LUGAR EN DENUNCIAS