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México, Distrito Federal
Ahora Quieren Empleo


TRABAJADORES DE UNIROYAL REVIVEN SU LUCHA


Por María de Lourdes Martínez González


Los edificios y el registro del Sindicato de Uniroyal, por fin están en manos de sus propietarios, los trabajadores de la llantera que fue adquirida por la familia Michelin. Ahora luchan para que esta empresa les devuelva su empleo.

Uniroyal fue adquirida en 1992 por un consorcio francés, cambio de nombre y de ubicación, en un intento más por eliminar todo vestigio de sus obligaciones con los trabajadores sindicalizados.

Arnulfo González Nieto, actual secretario general del sindicato nos narró su historia:


"Los trabajadores tenemos ya la toma de nota y un nuevo comité donde yo soy el secretario general. En la actualidad tenemos ante los tribunales una demanda para que el anterior comité sindical nos entregue cuentas.
Ese comité traicionó y terminó la relación sindical con Uniroyal y se habían quedado con la toma de nota que venció en 2003 y desde entonces no habían informado ni habían convocado a elecciones ni a asamblea y no habían informado de la situación de los bienes sindicales.
Tenemos una gran deuda, una deuda porque estos señores no pagaron el predial ni el agua, ni la luz, nuestra deuda es cercana a un millón de pesos.
En la actualidad esta demanda es para que el anterior comité entregue cuentas porque se han negado a entregarnos la documentación y el dinero que había en cuentas bancarias. Ellos tendrán que responder ante la justicia laboral o ante la justicia penal
Nosotros recuperamos la posesión de los locales sindicales, uno ubicado en Tacuba, inmueble que tiene valor catastral de 10 millones de pesos. Y otro local en la ciudad de Querétaro que tiene valor de 3 ,millones y medio.
Los trabajadores actualmente estamos en estos locales sindicales porque estos compañeros los habían dejado abandonados totalmente, saqueados, lo poco quedaba de escritorios, computadoras lo saqueron. Los encontramos saqueados, las puertas también se las llevaron hasta las tazas de los baños, entraron personas que grafitearon las paredes y ya estaba muy saqueado. Los trabajadores ya limpiamos, pintamos y ya están ahí las instalaciones.

En el año de 1992 la transnacional Michelin compró las plantas de Uniroyal. En esa época eramos mil 200 trabajadores en dos plantas. Una que se ubica en el Distrito Federal, en el barrio de Tacuba y otra en Querétaro.
Cuando estos señores de Michelin hacen la compra, llegaron los funcionarios franceses y empezaron a implementar sistemas de sobreexplotación. Lo que hacían dos o tres trabajadores lo hacía uno después.
Para el año 2000 solamente eramos 650 trabajadores. Michelin en ese año simuló un cierre, supuestamente porque ya no le convenía económicamente el país. Entonces conjuntamente con el comité sindical "charro" (traidor) de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y las autoridades del trabajo firmaron un convenio de cierre, donde el sindicato aceptaba la renuncia del sindicato.
En esa simulación en agosto del año 2000 los trabajadores fuimos prácticamente amenazados en el sentido de que si no recibíamos la liquidación por parte de la empresa, entonces no nos iba a tocar nada, porque la empresa Michelin ya no iba a tener operaciones en México.
Pero el comité ya había firmado aceptando la terminación de la relación colectiva de trabajo y sólo faltaban, la terminación individual de cada trabajador. Bajo estas amenazas si no firmábamos la liquidación individual no se nos entregaba lo poco que nos tocaba. Obviamente hicieron un cálculo de nuestra liquidación a su manera y la depositaron en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
En la planta de Querétaro Michelin siguió laborando con trabajadores que estaban sindicalizados con un contrato de protección que la propia CTM había firmado. Los asesores del sindicato de Uniroyal, de apellido Calleja, que pertenecen a la CTM, firmaron con Michelin un contrato de protección para contratar empleados mediante empresas terciarizadoras de mano de obra.

A partir de que nos dimos cuenta de que todo había sido una simulación y que estos señores venían explotando trabajadores, mediante contratos de protección iniciamos demandas ante la Junta Federal de Conciliación y arbitraje.

Primero demandamos el pago correcto de la liquidación, porque no nos pagaron lo correspondiente al salario total, ni utilidades ni horas extras.

En segundo lugar demandamos nuestro derecho al trabajo, el derecho a ser recontratados porque esa empresa nunca suspendió labores, estuvieron trabajando a puertas cerradas y en el año 2002 el ex presidente Vicente Fox, fue a inaugurar la planta de Querétaro.

Las autoridades han absuelto a la empresa, pero nosotros seguimos con amparos.

Mientras tanto trabajan en la planta de Querétaro con un contrato de protección de la CTM, ahí los trabajadores laboran 12 horas con un contrato ley. Descansan el día que el patrón dictamina. Hemos sabido que hay muchos accidentes con los trabajadores, porque para hacer llantas se requiere de capacitación de 5 años. No tienen derechos.

Así están trabajando en la nueva planta y los 650 trabajadores tenemos una queja ante la Comisión Interamericana, contra el gobierno mexicano porque ya se tardaron demasiado la solución e las demandas laborales y por el derecho al trabajo.

Nosotros con la toma de nota el sindicato tiene registro y reconocimiento legal para la representación de los trabajadores, pero la renuncia que firmaron los charros ya da por terminada la relación laboral.

Aparentemente a Uniroyal la desaparecieron. Ahora la empresa se llama Autoparte Internacionales de Querétaro pero siguen haciendo las mismas llantas Uniroyal, es exactamente lo mismo
Nuestra lucha es que si los charros ya firmaron la renuncia del contrato ley, a nosotros la ley laboral mexicana nos otorga el derecho a ser recontratados en esas plantas. El gobierno mexicano a puesto razones irrisorias legalmente hablando, los tribunales de la junta han absuelto de toda responsabilidad a Michelin.
Al principio Michelin decía que no tenía nada que ver, pero nosotros metimos documentos en los que demostramos que Michelin era el dueño de Uniroyal y de Autopartes Internacionales, la misma que venía trabajando con Uniroyal.

Las juntas dicen que nada tienen que ver.

 
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