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Año 13. No. 702. del 16 al 23 de junio 2019
Premio de Comunicación Alternativa

PÁGINA SOLIDARIA

En solidaridad publicamos textualmente:

 

 

DICTAMEN AMBIENTAL NEGATIVO DEL

AEROPUERTO INTERNACIONAL DE SANTA LUCÍA (AISL)

M. C. Socrates Silverio Galicia Fuentes

Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh)

Lunes 10 de Junio de 2019

Dictamen Negativo

 

INTRODUCCIÓN

El miércoles 17 de abril de 2019 se publico en la Gaceta Ecológica de SEMARNAT/DGIRA la «Manifestación de Impacto Ambiental Modalidad Regional del Proyecto Construcción de un Aeropuerto Civil/Militar con capacidad Internacional en la Base Aérea Militar No. 1 (Santa Lucía, Estado de México), su interconexión con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y reubicación de instalaciones militares » suscrito por la Escuela Militar de Ingenieros de la SEDENA y el Instituto de Ingeniería de la UNAM e ingresado al PEIA/DGIRA/SEMARNAT el lunes 15 de abril dos días antes de su publicación.

La SEMARNAT realizó una consulta pública sobre dicho documento el pasado jueves 30 de Mayo en el auditorio Pedro Rodríguez Vargas del Barrio de San Juan municipio de Zumpango, Estado de México. El horario de consulta fue de 9 am a 19 horas con la presencia de representantes del PROMOVENTE , la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA), RESPONSABLE DEL ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL , el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Ayuntamiento de Zumpango, la SEMARNAT, ciudadanos, pobladores, ejidatarios, organizaciones, ponentes, entre otros.

Así mismo, la SEMARNAT abrió un proceso de consulta pública por internet a realizarse del jueves 16 de mayo al miércoles 12 de junio donde informa la clave del proyecto (15EM2019V0064), los datos solicitados y la formulación de un cuestionario de cuatro preguntas.

En la página 18 del capítulo VII Pronósticos Ambientales Regionales y Evaluación de Alternativas se expone la conclusión siguiente:

“Considerando la descripción de los escenarios del Sistema Ambiental Regional sin la ejecución del proyecto, el escenario con proyecto y la aplicación de las medidas de mitigación de los impactos adversos identificados, el pronóstico ambiental derivado de la ejecución del Proyecto, es que el proyecto se puede desarrollar sin afectaciones significativas al medio natural, social y económico del Sistema Ambiental Regional donde está enclavado, ya que la tendencia de crecimiento de las zonas urbanas, así como del desarrollo agrícola e industrial que se ha presentado en las últimas décadas, propicia que los impactos ambientales asociados al proyecto sean de baja magnitud, poco significativos, temporales y recuperables, ya que una vez con la entrada en operación del proyecto, las condiciones actuales de los factores del medio retornarían al estado en que se encuentran actualmente .”

“Con base en lo anterior, se puede decir que el proyecto del Aeropuerto Internacional Santa Lucia es factible en materia ambiental, previniendo la necesidad de satisfacer la demanda creciente de servicios aeroportuarios civiles (pasaje y carga), que actualmente cubre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).”

En el presente documento demostrare suficientemente con base en el principio lógico de razón suficiente que la conclusión anterior expuesta en la MIA-R sobre el AISL es totalmente falsa y equivocada. A continuación expongo una serie de argumentos que muestran la inviabilidad técnica y ambiental del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (AISL) con base en los elementos siguientes: la revisión de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), información actualizada y de primera mano de fuentes oficiales, conversaciones y eventos con pobladores y profesionistas de los pueblos y municipios afectados, recorridos de campo, estudios propios. Por lo tanto, desde el punto de vista ambiental, su construcción debe ser evitada porque generaría daños ambientales muy graves e irreversibles para toda la región.

 

Fundamento Legal

1. El primer fundamento es la Constitución Política de los Estados Unidos (CPEUM) en sus artículos1º (derechos humanos, prohibición de la esclavitud y prohibición de la discriminación), 2º, párrafos segundo, tercero y cuarto (identidad y derechos de los pueblos indígenas), 4º párrafos cuarto (derecho a la protección de la salud), quinto (derecho a un medio ambiente sano), sexto (derecho al agua), octavo (derecho a la identidad), 6º (libertad de manifestación de las ideas, derecho a la información y derecho de acceso a las tecnologías de información y comunicación) y 8º (derecho de petición).

2. El segundo fundamento es la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en particular los principios 10 (necesidad de la participación de los ciudadanos en materia ambiental); 25 ( la paz, el desarrollo y la protección del medio ambiente son interdependientes e inseparables ); 27 (cooperación de buena fe y con espíritu de solidaridad en la participación de los Estados y las personas en materia ambiental).

3. El tercer fundamento es la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA ) artículos 1, fracción I (derecho a vivir en un medio ambiente sano y en salud), III (bases para preservar, restaurar y mejorar el ambiente), VI (prevención y control de la contaminación del aire, el agua y el suelo) y VII (garantía de participación individual y colectiva en la preservación y restauración del equilibrio ecológico y la protección al ambiente). 3, (glosario de definiciones); 6, (competencia de la SEMARNAT en el ejercicio de la LGEEPA); 7, (facultades de los Estados); 15, (principios que rigen la política ambiental, expedición de normas oficiales en materia ambiental y demás instrumentos previstos en la ley); 34, fracción III (que establece que toda reunión pública de información se llevará a cabo cuando las obras puedan generar desequilibrios ecológicos o daños a la salud pública o a los ecosistemas); 35, fracción III (causales para negar la autorización tras la evaluación de una manifestación de impacto ambiental).

4. El cuarto fundamento es el Reglamento de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente en Materia de Evaluación de Impacto Ambiental ( Reglamento ) artículos 40 (derecho de consulta pública) 41 (sobre el procedimiento de consulta pública), 43 (sobre la reunión pública de información), 44 (sobre los considerandos en toda evaluación de impacto ambiental) y 45 (sobre la emisión de las resoluciones correspondientes) y demás relativos en Materia de Evaluación de Impacto Ambiental.

 

CAPITULO I: DATOS GENERALES DEL PROYECTO, DEL PROMOVENTE Y DEL RESPONSABLE DEL ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL

CAPITULO II. DESCRIPCIÓN DE LAS OBRAS O ACTIVIDADES Y, EN SU CASO, DE LOS PROGRAMAS O PLANES PARCIALES DE DESARROLLO

 

1. Adolece de Planeación y Estudios Técnicos Necesarios el AISL y obras complementarias.

Se ha hablado mucho públicamente de la construcción de la idea de transformar la Base Aérea Militar No 1 en un Aeropuerto Internacional. Situación que contrasta con el hecho real de que se carece de documentos formales donde se exponga el proyecto de construcción y el Plan Maestro Correspondiente.

El documento de Manifestación de Impacto Ambiental Modalidad Regional constituye el primer documento oficial donde se presenta el denominado Proyecto Construcción de un Aeropuerto Mixto Civil/Militar con Capacidad Internacional en la “Base Aérea Militar No 1 (Santa Lucía, Estado de México), su Interconexión con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y Reubicación de Instalaciones Militares”. Dicho documento es signado por la Escuela Militar de Ingenieros de la Secretaria de la Defensa Nacional en calidad de Promovente y el Instituto de Ingeniería de la UNAM en calidad de “Responsable de la Elaboración del Estudio de Impacto Ambiental”.

Sorprende y es inaceptable que una obra de esta magnitud carezca hasta el momento de los estudios técnicos necesarios, el proyecto de inversión y el plan maestro de esas tres obras. Estos hechos nos sitúan en el Reino de las Ocurrencias y la Improvisación.

Conocemos tres documentos sobre donde se habla del proyecto de construir dos pistas en la Base Militar No 1 de Santa Lucía que son los siguientes:

El primer documento fue dado a conocer por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en noviembre de 2015 por medio de una presentación en formato power point y pdf denominado “Propuesta Alterna al Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Aprovechamiento de Instalaciones Existentes” que es un documento informal de carácter analítico que de ninguna manera puede denominarse proyecto. Es más bien un documento propagandístico.

El segundo documento elaborado por José María Riobóo Martin y Sergio Rubén Samaniego Huerta publicado en 2017 por la Editorial Miguel Ángel Porrúa titulado “Sistema Aeroportuario del Valle de México” es un documento analítico sobre la problemática del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) Benito Juárez y la propuesta de crear un Sistema Aeroportuario para resolver dicha problemática. Tampoco es un proyecto en forma sino una propuesta.

El tercer documento lleva por título “AISL. Aeropuerto Internacional Santa Lucía. Plan Maestro + Edificio Terminal. Ante Programa de Obra. Ante Presupuesto. Ante Proyecto Arquitectónico” con fecha de Agosto de 2018 que cuenta con el logotipo del Grupo Rioboo. Es un documento presentado en formato power point y pdf que es un documento informal de carácter analítico que de ninguna manera puede denominarse proyecto. Ya los subtítulos son reveladores del carácter de dicho documento Ante Programa, Ante Presupuesto y Ante Proyecto.

Esta situación sería una razón suficiente para negar la aprobación de la MIA del AISL y exigir la realización de los estudios técnicos, el programa de obra, el plan maestro, el proyecto arquitectónico y el presupuesto para evitar las improvisaciones.

 

CAPITULO IV. DESCRIPCIÓN DEL SISTEMA AMBIENTAL REGIONAL (SAR) Y SEÑALAMIENTO DE TENDENCIAS DEL DESARROLLO Y DETERIORO DE LA REGIÓN

 

2. En el capítulo IV se soslaya y minimiza la situación de la Cuenca del Valle de México, particularmente en las subcuencas Río de las Avenidas de Pachuca y Río Cuautitlán que coinciden con el Acuífero (1508) Cuautitlán-Pachuca, región que actualmente vive una Crisis Ecológica e Hidrológica muy Aguda y Critica. El desastre ecológico, urbano e hidrológico de la Cuenca del Valle de México se expresa de la forma siguiente (Galicia, 2018):

i) El incremento de 2.5 ºC en la temperatura media anual en la Ciudad de México durante el siglo XX se debió a la desaparición de los cuerpos de agua de la región de Texcoco que aún subsistían en 1926. La influencia local del lago de Texcoco como modulador de la temperatura ambiente superficial, ha sido estudiada a través de modelos meteorológicos complejos. Esta experiencia indica que se tiene la oportunidad de contrarrestar el aumento de temperatura en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) restaurando parcialmente el lago de Texcoco (Jazcilevich, 2011).

 

ii) Sobrexplotación de los acuíferos del valle de México . El 70% del agua consumida para todos los usos es extraída del subsuelo. El gasto promedio extraído del subsuelo (48 m³/seg) es más del doble de la recarga de los acuíferos (23 m³/seg) (Cruickshank, 1998). El periódico El Universal en su edición del 13 de marzo de 1984 publicó una nota de su corresponsal S. Paredes Quintana, donde informa que el agua potable se extrae de 1,686 pozos del centro del valle de México que usan los campesinos para riego y los empresarios para sus industrias. Sin embargo, el censo de aprovechamiento subterráneo de 1991 encontró 4,300 pozos en operación.

 

Cuadro 3

Usos del agua, número de pozos y gasto

 

Uso

Número de pozos

Gasto

(m 3 / s)

Público urbano

1,636

40.0

Industria

1,495

4.5

Agropecuario

1,189

6.5

Total

4,320

51.0

Fuente: Cruickshank (1998)

 

En 1998 los mantos freáticos se localizaban en el valle de México en un rango de profundidad de 46.5 m (Chalco, Texcoco) hasta 86 m (Tizayuca, Pachuca) con un abatimiento anual promedio de 1 m hasta 1.3 m (Xochimilco, Tlahuac) y 1.5 m (Cuautitlán). Las excepciones son Cuautitlán donde el manto freático se encontraba a 6 m de profundidad y Apam donde el abatimiento del manto freático era de 0.1 m anual (Cruickshank, 1998).

 

iii) Explosión demográfica. En 1900 había 417,000 habitantes en la Ciudad de México. En 1998 la población en la zona metropolitana supera ya los 17 millones de habitantes y en la actualidad se calculan alrededor de 25 millones. Este crecimiento poblacional conlleva un incremento incontrolado en la demanda de servicios, como abastecimiento de agua, servicios de desagüe y drenaje, disposición y tratamiento de los desechos sólidos y líquidos de una de las ciudades más grandes del mundo (ibid).

 

iv) La expansión de la mancha urbana-industrial. En 1900 la mancha urbana ocupaba 17 km² (1,700 ha) hoy rebasa los 2,000 km 2 (200,000 ha) de asfalto y concreto que invade áreas boscosas de la montaña, tierras de cultivo, los lechos de los lagos. Esta situación aumenta la torrencialidad de las corrientes con picos de avenidas más pronunciados, al mismo tiempo reduce el área de recarga natural de los acuíferos del subsuelo e incrementa el peligro de más inundaciones (ibid).

 

v) La desertificación de la cuenca del valle de México. Este problema ha sido provocado por la devastación de los bosques, erosión de los suelos, abatimiento de los acuíferos, la fuerte evaporación, la expulsión de los excedentes de agua y las filtraciones por las obras de desagüe, sobre todo por el emisor profundo (ibid).

La precipitación media anual del valle de México fue de 740 mm y el escurrimiento medio de 479.3 hm 3 . Las isoyetas del valle del México (1981-1990) explican gráficamente este fenómeno.

 

Tomando en cuenta las altas temperaturas que se manifiestan y la frecuencia y duración de los vientos que favorecen a la evaporación, ésta se ha medido en valores anuales hasta de 2,453.8 mm, con una medida de 1,743 mm. La evaporación es un factor que debe tomarse en consideración por las pérdidas hídricas que disminuyen la recarga de los acuíferos, incrementan el consumo de agua, acentúan la desertificación y crean problemas en los depósitos que se construyan.

 

vi) Los hundimientos del subsuelo de la ciudad y del valle de México. Se estima que la Ciudad de México hoy está en promedio a 12 m debajo del nivel más bajo del lecho del exlago de Texcoco, mientras que en 1864 se calculó que la ciudad estaba a 1,907 m arriba de la parte más baja del lago. Esto es particularmente agudo en las zonas de relleno, ocupadas por los lagos que se desecaron, y ha sido provocado principalmente por la sobreexplotación de los acuíferos, que al reducir la presión hidrostática de los estratos arcillosos origina la consolidación de estas arcillas y del asentamiento del terreno.

Aunque actualmente los hundimientos han disminuido a 10 cm/año en promedio, todavía existen lugares donde se registran depresiones de 20, 30 y hasta 40 cm/año. Este proceso causa la inestabilidad de edificios, calles, redes de distribución, alcantarillas y demás instalaciones para servicios municipales (ibid).

 

Los hundimientos se deben a la compresibilidad de la capa arcillosa superior en un espesor variable de 30 a 60 m; Los contenidos de agua en este material alcanzaban valores hasta del 450%. La extracción del agua de los acuíferos del subsuelo, ha generado un proceso de consolidación de las arcillas y el hundimiento del subsuelo, con las consecuencias ya expuestas; obligando a realizar modificaciones y ampliaciones a las atarjeas y colectores de la red de drenaje urbano.

 

vii) Magnificación de los sismos. La ubicación de la ciudad en la cuenca del antiguo lago de Texcoco produce un efecto de resonancia, que significa que el material del subsuelo amplifica las ondas de los sismos. En la actualidad conocemos como “efectos de cuenca” las arcillas blandas y saturadas de agua del extinto lago sobre las cuales está construida gran parte de la urbe amplificaron las ondas sísmicas. Es decir, aunque la ciudad se encontraba lejos del sismo, al estar construida sobre materiales muy blandos las vibraciones sísmicas que usualmente serían pequeñas multiplicaron su amplitud y sacudieron a la ciudad cual gelatina. (Melgar, 2017).

 

Esta condición geológica, existe hoy y existirá por mucho tiempo. Sismólogos e ingenieros mexicanos a lo largo de las décadas han cartografiado en detalle el perímetro del lago de Texcoco. Hoy sabemos que en 1985 y 2017 la vastísima mayoría de los edificios dañados se encontraban dentro de lo que los ingenieros ahora llaman la “zona del lago” (ibid).

 

Existe un efecto de doble resonancia que funciona de la manera siguiente. Veamos primero cuáles fueron las causas del desastre sísmico de 1985. El día 19 de septiembre a las 7:19 de la mañana ocurrió un sismo de magnitud 8.1 a 400 km, debajo de Lázaro Cárdenas. El sismo no causó graves daños en la zona epicentral pero la energía sísmica se transmitió por una guía de ondas, una estructura geológica formada por rocas volcánicas con un espesor de unos dos kilómetros. Se trata de ondas especiales conocidas como Lg que se propagan en la corteza continental y no bajo los mares. Las vibraciones de la onda Lg contienen abundante energía con una frecuencia de 0.4 Hertz.

Cuando las ondas llegaron a la ciudad de México se encontraron con otra guía de ondas más delgada (unos 30 m de espesor) y más localizada. Me refiero a la capa de lodo que dejó el antiguo lago. El lecho de los lagos es una tierra negra como plastilina (arcilla), que contiene agua principalmente. Esta capa de suelo tiene una frecuencia resonante que depende de su espesor (30 m), y que en este caso es de 0.4 Hertz. Se produjo el acoplamiento de ambas guías de onda. Cuando dos guías de onda vibran al unísono, la frecuencia común puede fluir libremente hacia la capa de lodo y puede acumularse, quedando atrapada en dicha capa durante el sismo. La capa de lodo funciona como una antena, que capta la energía resonante porque se encuentra sintonizada a esa frecuencia. Esto significa que la tierra negra se pone a vibrar cada vez más fuerte, porque hay más energía sísmica atrapada en la capa.

 

Finalmente, sobre la capa de lodo había edificios construidos. Un edificio es una estructura que tiene su propia frecuencia resonante, según la altura. Los edificios de siete a 18 pisos de alto suelen resonar a una frecuencia cercana a 0.4 Hertz. En la zona del lago el suelo se puso a vibrar a esa frecuencia, y los edificios empezaron a bambolearse y a zangolotear fuera de control.

 

viii) Deforestación. Se estima que originalmente existían aproximadamente 2,500 km² (250,000 ha) de bosques en el valle de México. En el año 1900 existían en la Cuenca Tributaria Oriental 142,000 ha de bosque equivalentes al 58% de las 246,000 ha de la misma. En el año 2000 solo existían 46,800 ha de bosque, el 19% del total de la superficie de la cuenca, debido a la urbanización regular e irregular, tala inmoderada, incendios, cambios en el uso del suelo, explotación minera y sobrepastoreo ( CONAGUA , 2012).

 

En el año 1988 en la parte oriente de la cuenca se detectaron 54,000 ha de bosques degradadas y una reserva de 54,000 ha de bosque natural. Que es un indicador del desequilibrio ecológico del valle de México (Cruickshank, 1998).

 

ix) Disturbios eólicos, erosión eólica y tolvaneras. Los vientos que predominan en el valle de México son de tres tipos: vientos de altura, vientos rasantes y vientos convectivos. Los convectivos, se producen durante las horas más calientes. El intenso calentamiento del aire superficial origina movimientos convectivos de masas de aire, provocando remolinos que se proyectan a gran altura, llevando en suspensión grandes cantidades de polvo.

 

Como consecuencia de todo lo anterior se originaron las tolvaneras que asolaban a la zona metropolitana, se alteró el equilibrio del ecosistema del exlago de Texcoco y su cuenca tributaria, lo que causó la infición del ambiente, afectando la salud y la vida de los habitantes de la región, sobre todo a la población infantil que carece de defensas necesarias contra estas agresiones del medio.

 

En 1970 existían en la cuenca oriental del exlago de Texcoco 54,000 ha con diferentes grados de erosión que disminuyeron en 1986 a 36,000 ha gracias a los trabajos del Plan Lago de Texcoco (Cruickshank, 1998).

 

x) El rompimiento del equilibrio hidrológico y ecológico de la cuenca. La desaparición de lagos y bosques, la torrencialidad de las corrientes, con avenidas de picos más pronunciados y peligrosos, siguen causando inundaciones a pesar de las costosas obras del desagüe profundo en diferentes partes de la zona conurbada del área metropolitana, provocando daños muy costosos e inclusive pérdidas de vidas.

 

El sobrecalentamiento de la atmósfera en la Ciudad de México produce una acentuada evaporación y disturbios eólicos (vientos convectivos) que propician erosión, desertificación y tolvaneras. La sobrexplotación de los mantos acuíferos propicia hundimientos y magnificación de los sismos. En síntesis, presentamos una crisis ecológica de la cuenca del valle de México.

 

 

3. La MIA desaparece a los múltiples pueblos originarios de la región al afirmar que NO hay pueblos originarios.

 

CONCLUSIONES

1. El pecado de origen de la MIA del AISL, Interconexión con el AICM Benito Juárez y Construcción de instalaciones militares es carecer de un Proyecto de Construcción, Plan Maestro y Estudios Técnicos suficientes que permitan realizar una evaluación del impacto ambiental por tal motivo existe inviabilidad técnica de estos tres megaproyectos.

2. Existe una Crisis Ecológica, Hidrológica, Urbana y Social aguda en la Cuenca del Valle de México y en particular en la subcuenca correspondiente al Acuífero Cuautitlán-Pachuca que no es reconocida adecuadamente en el documento de la MIA del AISL.

3. Existe inviabilidad ambiental del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (AISL), por lo tanto, desde el punto de vista ambiental, su construcción debe ser evitada porque generaría daños ambientales muy graves e irreversibles para toda la región al profundizar gravemente la Crisis Ambiental señalada en el punto anterior.

4. La MIA del AISL, Interconexión con el AICM Benito Juárez y Construcción de instalaciones militares debe ser valuada negativamente por la SEMARNAT y por consiguiente debe ser negada la autorización solicitada.

 

Bibliografía

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