Portal Semanario
Año 13. No. 698. del 19 al 26 de mayo 2019
Premio de Comunicación Alternativa
www.frecuencialaboral.com

TRABAJANDO POR LA CIENCIA

 

En la educación superior

MAESTROS SIN ESTABILIDAD EN EL EMPLEO, INVESTIGADORES SIN RECURSOS

Por Carlos Guillén Soriano,

Integrante del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear

y colaborador voluntario de Frecuencia Laboral,

Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com

El 15 de mayo fue el día del maestro. Como cada año, se habló en todos los tonos de la importancia de la labor que los maestros desempeñan en todos los niveles educativos. Como desde hace muchos años, las condiciones de vida y trabajo del magisterio empeoran constantemente. En la educación superior, el salario y la estabilidad en el empleo siguen siendo asignaturas pendientes.

A pesar de los discursos en favor de quienes se dedican a la enseñanza en todos los niveles, este 15 de mayo la realidad para quienes laboran en las aulas, particularmente en la educación superior, es de precariedad laboral. En la Universidad Nacional Autónoma de México, por ejemplo, en 2017 5528 profesores de tiempo completo impartieron 218 980 horas académicas, es decir 39.61 horas por persona, mientras que los 23 801 profesores de asignatura tuvieron una carga académica de 315 079 horas, 13.2 por académico (1). Otro elemento a considerar es la edad del personal. El 58% del personal académico va de 45 a más de 70 años, mientras 42% son menores a esas edades.

Esto muestra que la mayor carga académica descansa en profesores de asignatura, que carecen de estabilidad laboral, que deben recurrir a otros empleos para subsistir y no tienen perspectivas para una jubilación adecuada. Y esto ocurre en la principal universidad de México.

En otras universidades la situación no es mejor. En la de Guanajuato, por ejemplo, de 3041 profesores, solo 1012, menos de la tercera parte, son de tiempo completo.

La Universidad Autónoma Metropolitana en cambio, reporta tener 89% de profesores de tiempo completo (2), lo que implica que hay mayor estabilidad laboral. Sin embargo, en los ingresos del personal académico, el salario constituye sólo una parte que se complementa con una gran variedad de estímulos que llegan a representar hasta el 60% de los ingresos de los académicos. Para alcanzarlos, se deben cubrir requisitos, sobre todo de orden cuantitativo, que llevan a la competencia entre trabajadores académicos y a sobrecargas de trabajo que afectan su salud.

Los estímulos entonces, se usan para completar los insuficientes salarios del personal y además de las sobrecargas de trabajo que implican, al no formar parte del salario, tampoco se toman en cuenta para efectos de jubilación, lo que lleva a otro problema: profesores e investigadores no se jubilan pues perderían la mayor parte de sus ingresos, a la vez que su salud se deteriora de manera constante.

Por más discursos que haya a favor del maestro cada 15 de mayo, mientras no haya cambios de fondo que garanticen la estabilidad en el empleo e ingresos suficientes, la precariedad seguirá avanzando.

En la investigación, recortes al presupuesto

Los trabajadores del conocimiento que laboran en los centros de investigación, tanto los que forman parte del sistema a cargo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, como los que dependen de algunas secretarías de estado, no viven condiciones mucho mejores que los maestros de educación superior.

Aunque hace más de una década se plasmó en la legislación que se debería destinar el 1% del Producto Interno Bruto a ciencia y tecnología, esto nunca se ha cumplido y quedó sólo en el papel, lo cual es uno de los factores que mantiene a las instituciones públicas de investigación científica y desarrollo tecnológico en condiciones de constante crisis.

Esto se ha expresado en insuficiencia de personal, deterioro de la infraestructura y crecientes dificultades para el cumplimiento que las tareas que la legislación les marca. No obstante, la labor de investigadores, personal técnico y de apoyo ha mantenido el funcionamiento de las instituciones con buenos resultados.

Se esperaba que con el cambio de gobierno hubiera mejores condiciones para la ciencia y hay elementos que permiten pensar que ello es posible. En el terreno presupuestal, sin embargo, no solo no hubo una mejoría en la asignación de recursos, sino que se presentan elementos que generan gran preocupación.

El pasado 3 de mayo fue emitido un Memorándum por parte del Presidente de la República, en el que da instrucciones para recortes en el gasto corriente de todas las dependencias de la administración pública que van del 30% al 50%. Entre los rubros señalados para ser afectados, hay varios que podrían implicar dificultades adicionales a las tareas de investigación científica, en aspectos como formación de recursos humanos, difusión y divulgación de la ciencia.

Ya la aplicación de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos fue utilizada para recortar ingresos a personal de centros de investigación y para cancelar plazas de personal eventual agravando las dificultades de estas instituciones.

Además de instruir recortes en rubros que en efecto, no son indispensables, en el Memorándum se incluye por ejemplo, el rubro Estudios e investigaciones, lo que abre la puerta a afectaciones mayores. La asistencia a congresos científicos, las publicaciones, los insumos para laboratorios, que de manera constante han sido limitados aduciendo razones presupuestarias, están en serio peligro.

Es claro que se requiere un uso adecuado de los recursos y evitar el dispendio. Pero tratar a las instituciones de investigación como a cualquier dependencia burocrática no es lo mejor. En días recientes se han hecho diversos pronunciamientos al respecto. Es cierto, hay quienes protestan porque ven en riesgo el aprovechamiento que han hecho de los recursos públicos en detrimento de la investigación. Pero también se han manifestado quienes hacen el trabajo real en ciencia y tecnología. Como en muchos momentos se ha planteado, lo adecuado es escuchar a los trabajadores del conocimiento y trabajar juntos por el fortalecimiento de la educación, la investigación y la cultura.

Es momento de unir esfuerzos, de escuchar las diferentes propuestas y de construir juntos. En el campo de la ciencia y la tecnología, esto es especialmente importante.

guillen.s.carlos@gmail.com

 

1.- http://dgapa.unam.mx/images/estadistica/anuario_estadistica_dgapa_2017.pdf

2.- http://www.transparencia.uam.mx/inforganos/anuarios/anuario2017/anuario-estadistico2017/244/

 

 
   
 

 

 

 

 
 

 
 
 
 
 
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