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Año 8.No. 414. del 17 al 23 nov. 2013

www.frecuencialaboral.com: Premio Comunicación Alternativa

 

Discuten Sindicatos y Partidos Puntos de Unión

AGENDAS PARTIDISTAS SIN TRABAJADORES

Por Carlos Guillén S.

Colaborador de Frecuencia Laboral

 

Organizado por la Fundación Friedrich Ebert, la Unión Nacional de Trabajadores y el Partido de la Revolución Democrática, se realizó el miércoles 13 de noviembre el Foro Internacional Sindicatos y partidos políticos progresistas, Una alianza necesaria para una sociedad justa. Se contó con la participación de Víctor Báez, Secretario General de la Confederación Sindical de las Américas, Mónica Xavier, Presidenta   del Frente Amplio de Uruguay, Mónica Valente, dirigente del Partido del Trabajo de Brasil, Thomas Palley, de AFL CIO, así como dirigentes del PRD de México e integrantes de la Comisión Nacional Ejecutiva de la UNT.

Las mesas en que se desarrolló el foro dan idea de la discusión realizada: La democratización del Estado y la sociedad, un proyecto compartido entre izquierda política e izquierda social y Políticas progresistas: Hacia un modelo alternativo de desarrollo económico. Los ponentes, tanto los provenientes de otros países como los nacionales, expusieron sus puntos de vista en torno a una alianza vieja y muchas veces tortuosa y un debate actual ausente. Se planteó la importancia de recuperar este encuentro bilateral.

El avance de la izquierda en amplias zonas del continente, así como los resultados del mismo en la vida de los pueblos, fueron expuestos por los dirigentes sindicales y políticos tanto de Uruguay como de Brasil, quienes explicaron cómo sindicatos, partidos políticos y órganos de gobierno, han sido capaces de sumar esfuerzos, no sin problemas, para traducir los cambios políticos en beneficios para los trabajadores y la población en general de sus países. Incluso los sindicatos norteamericanos, han jugado un importante papel en el impulso a iniciativas políticas para beneficio de los trabajadores.

Contrastando, las exposiciones de dirigentes sindicales y partidarios mexicanos, por momentos pareció un ejercicio de reproches mutuos en el que salieron a relucir las diferentes posiciones de las organizaciones participantes en torno a problemas como la democracia, el desarrollo nacional y la política laboral. Se hicieron señalamientos incluso sobre las tareas y responsabilidades de cada parte, en los que se habló de gremialismo, de falta de visión de clase, por un lado, y de abandono y desinterés hacia el movimiento social y apoyo a medidas antipopulares por otro.

Pablo Gómez, dirigente del PRD, señaló la carencia de una carta programática de los sindicatos, quienes tampoco tienen presencia en los medios electrónicos y dijo que no puede haber desarrollo democrático del país si no hay democracia en los sindicatos, y que la democracia política es insuficiente, por lo que planteó que un posible camino de unidad entre sindicatos y partidos se puede dar precisamente en el terreno de la lucha por la democracia.

Francisco Hernández Juárez, Presidente Colegiado de la UNT señaló que México es uno de los países de América Latina más atrasados políticamente y que la izquierda ha sido contestaria y defensiva y sus agendas han estado marcadas por la agenda del poder y no por sus propias iniciativas y mucho menos por el movimiento social o sindical, aunque ha habido momentos en que ha tomado iniciativas como en el caso de la reforma laboral, cuando junto con la UNT propuso una iniciativa en la materia. Los partidos afilian militantes pero no organizan a la sociedad, de manera que reproducen los vicios del sindicalismo corporativo. La izquierda, dijo, carece de propuestas hacia los trabajadores. Planteó que izquierda y sindicatos han carecido de una agenda común y se han limitado a relaciones y acuerdos coyunturales que se desdibujan pasado el momento político que les dio origen. Señaló que es posible una alianza más sólida en la medida en la que la izquierda integre los ejes de la agenda laboral tomado como base los convenios de la OIT, lo que contribuiría a desmantelar el sistema corporativo en lo sindical y en lo político.

En la discusión, considerando que el sindicalismo no puede ser apolítico, se propuso retomar la discusión entre ambos sectores, sin buscar solamente la distribución de culpas y buscar caminos comunes. Para ello, se dijo, es necesaria la voluntad política.

Quedó clara, a la vista de otras experiencias, la posibilidad que el trabajo conjunto entre sindicatos democráticos y partidos progresistas, abre para avanzar en caminos comunes que lleven a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y los pueblos. La discusión y la búsqueda de acuerdos, al menos en México, no son sencillas. Pero se debe actuar sin subordinación, de frente. Sobre todo, si se toma en cuenta que la derecha si se pone de acuerdo.
 
 
 

 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

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